jueves, 11 de octubre de 2012

El arquero represor


Cuando Edgardo Andrada pisó por primera vez el verde césped del estadio Ciudad de Río Cuarto, defendiendo el arco de Rosario Central, su figura futbolística se mantenía en el anonimato, aunque, a lo mejor, en ésa época en donde los golpes de Estado por parte de los militares estaban al orden del día, su inclinación ideológica ya comenzaba a consolidarse.
No hay datos concretos que permitan conocer el surgimiento de sus ideales, pero sí se sabe, aunque la Justicia argentina lo desestime, que Andrada, conocido como el Gato por sus virtudes como arquero, fue Personal Civil de Inteligencia del Ejército (PCI) durante la última dictadura militar, en donde se hacía llamar Antelo.
Son sus sobrenombres los que permiten conocer las dos caras de Edgardo Andrada. Por un lado, eximio arquero que defendió las casacas de Rosario Central, Vasco da Gama de Brasil, Colón de Santa Fe y Renato Cesarini de Rosario. Por el otro, represor, que recibía órdenes de Reynaldo Bignone, acusado por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi.
Como bien lo describió el notable periodista Gustavo Veiga, la vida de Andrada puede parecer cinematográfica1. Aunque lamentablemente es real. Su nombre alcanzó el umbral mundial cuando, en 1969, Pelé le marcó el gol 1000 de su carrera. Era arquero del Vasco da Gama y nada pudo hacer para impedir que el “10” del Santos siga haciendo historia.
Edgardo Andrada comenzó su carrera futbolística en Rosario Central, institución en la que desarrolló una rica historia profesional. Debutó como profesional el 15 de mayo de 1960 y disputó 284 encuentros, en lo que se constituye como el arquero con más presencia en la valla rosarina. Su gran presente en Rosario Central permitió que lo convocaran a la Selección Argentina. En la “albiceleste” disputó ocho cotejos oficiales y fue el arquero titular en la Copa América Bolivia 1963.
Con la casaca del “canalla” visitó dos veces Río Cuarto para enfrentar en una serie de amistosos a Asociación Atlética Estudiantes. Fue en los primeros años de la década del sesenta, cuando comenzaba demostrar las virtudes de un Gato y aún faltaba tiempo para que se transformara en Antelo.
El 2 de septiembre de 1962 mantuvo su valla invicta en el encuentro que el elenco rosarino - que contaba en el plantel con César Luis Menotti - derrotó 3 a 0 al “celeste” que tenía entre sus filas a grandes jugadores como Antonio y Salvador Sisalli, Miguel Laciar y Julio Argentino Rivero. La segunda visita fue el 6 de septiembre de 1964. En esa oportunidad, Rosario Central - en donde ya jugaba Aldo Pedro Poy - derrotó 3 a 2 a un combinado formado por jugadores de Estudiantes y Sportivo Atenas2. Era el prólogo auspicioso del futbolista cuyo epílogo iba a estar manchado con sangre.
Hacía tiempo que los jóvenes de la Unión Antirepresiva por los Derechos Humanos de Rosario venían denunciando la complicidad y participación de Andrada con la perversa dictadura militar perpetrada entre 1976 y 1983. Pero impunemente el ex arquero se mezclo en la esfera democrática. Trabajó como asesor deportivo en la Legislatura de Santa Fe, durante la gobernación de José María Vernet, y fue coordinador de las Divisiones Inferiores de Rosario Central.
El curso de su historia iba a cambiar en el verano de 2008, cuando Eduardo “El Tucu” Costanzo, un integrante de la patota que secuestraba gente en la provincia de Santa Fe, denunció el costado no difundido de Edgardo Andrada. Tiempo después, cuando se divulgó la lista del Personal Civil de Inteligencia (PCI), a través del decreto 4/2010, se comprobó que el arquero cumplió esa tarea.  La sospecha se transformó en certeza3.
Andrada fue integrante del grupo de tareas mientras jugaba en Colón de Santa Fe y Renato Cesarini de Rosario - club en el que se retiró a los 43 años -. El fiscal federal Juan Patricio Murray dio a conocer que revistaba como agente del destacamento de Inteligencia 121 de Rosario y fue imputado, junto a Luis Abelardo Patti, por el secuestro y asesinato, en mayo de 1983, de los militantes montoneros Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi4.
Según constató Constanzo, junto a Andrada trasladó a las víctimas hasta el camino donde los ejecutaron. Pero, a pesar de las denuncias concretas, la justicia absolvió al ex arquero.
En febrero de 2012, el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo, quien en la misma causa procesó a nueve represores, entre ellos a Reynaldo Bignone y Luis Abelardo Patti, dictó la falta de mérito para Edgardo Andrada en los Tribunales de San Nicolás. Un leve suspiro para el Gato que por siempre llevará la carga social de su fantasma Antelo.

Gráfico: Diego Borghi // Twitter: @daborghi
Notas:
1 y 3.- “Un zorro al que le decían gato” (Gustavo Veiga – Página 12).
2.- Diario La Calle.
4.- “Un arquero que no es ninguna maravilla” (Gustavo Veiga – Página 12)

martes, 25 de septiembre de 2012

El atleta con sueños de igualdad


En su etapa de adolescencia y juventud, Orlando Alonso Martin tuvo una pasión: el deporte. En ese período se destacó en atletismo y fútbol. Pero a Orlando Martin le arrebataron la vida muy temprano. Fue una de las tantas víctimas de ese perverso sistema llevado a cabo por personas que ostentaban poder y que fueron hasta las últimas consecuencias para instaurar su orden social.
Tenía apenas 22 años y su pecado fue haber sido un militante social con ideales opuestos a los de aquellos asesinos. Ideales que profesaban un mundo justo e igualitario. Pero antes de su triste final tejió una historia deportiva que, al igual que sus ideales, permanecerá por siempre.
Su recorrido junto al atletismo comenzó cuando cursaba el secundario en el Colegio Nacional de Coronel Moldes. “Era fanático del atletismo y se caracterizó por ser buen velocista. En el recuerdo queda ese equipo juvenil de posta de cuatro por cien conformado por Rodríguez, Angelini, Salinas y mi hermano que hicieron el record argentino en La Rioja”1, cuenta su hermano Daniel Martin, hermano menor de Orlando. Entre sus registros también queda el recuerdo los provinciales de 100 y 200 metros llanos que participó en la ciudad de Río Cuarto.
Pero uno de los momentos más destacados fue cuando integró el equipo de la posta 4x100 metros de la selección cordobesa que se consagró campeón argentino. Con una sobresaliente actuación del atleta Eduardo Angelini – realizó una extraordinaria carrera tras estar en duda por un esguince de tobillo – la victoria del elenco cordobés en esta disciplina fue determinante para que Córdoba superará a Capital Federal y se quede con la cuarta edición del Campeonato Nacional de Atletismo de Menores disputado en el campo de deportes del Liceo Militar General Paz. Orlando Martín formó parte del conjunto que, además de Angelini contó con la presencia de José González y Marcelo Gauchat, ambos de Las Varillas, hizo un tiempo de 45”3/10 y se quedó con la prueba2.
Nacido en Coronel Moldes el 15 de enero de 1953, Pichi, como lo llamaban sus seres queridos, nació en el seno de una familia con un fuerte arraigo político y decidió ir a estudiar Ingeniería en Geología a la ciudad de Córdoba. Pero, a pesar de la distancia, no se despegó del deporte. Junto al fútbol continuó con su pasión y cerca de Coronel Moldes.
En su época universitaria – también lo hizo cuando cursaba el secundario – jugó, siguiendo la tradición familiar, en el Club Atlético Belgrano. Para disputar los partidos del “celeste” moldense Orlando viajaba todos los fines de semana desde Córdoba. “Jugaba de wing derecho. No era goleador pero con su velocidad sobresalía”, recuerda Daniel a su hermano futbolista3.
Orlando Martín tuvo la particularidad de integrar el conjunto de primera división de Belgrano de Coronel Moldes que participó en la Liga Regional Moldense y también formó parte del elenco que debutó en la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto en 1970.
En la temporada 1970 alternó la titularidad y el banco de suplentes en el conjunto de Belgrano que dirigió en una primera instancia Héctor Zuchini, quien luego fue reemplazado por Juan Carlos Albelo. Queda el recuerdo la derrota en el clásico ante Everton por 3 a 0. Este partido quedará por siempre en la historia de los clubes moldenses porque significó su primer partido oficial en la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. En ese encuentro Orlando Martín jugó de titular defendiendo la casaca “celeste”. También se recuerda la gran victoria 4 a 1 frente a Lutgardis Riveros de Alcira. En ese encuentro, que se disputó el 17 de agosto de 1970, Orlando ingresó en el segundo tiempo.
Mientras estudiaba en la capital provincial, con apenas 19 años,  comenzó a militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores -PRT- y cuando pasó a la clandestinidad se afilió al Ejército Revolucionario del Pueblo -ERP- (se estima que un total de 10.000 militantes del ERP fueron desaparecidos durante la última dictadura militar).
Fue secuestrado por el grupo de Tareas de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) cuando faltaban tres meses para que emergiera el genocida Proceso de Reorganización Nacional. Pero el plan de exterminio ya había comenzado.
El 12 de diciembre de 1975 perdió para siempre el contacto con su familia. Fue Atilio Tazzioli, amigo de Orlando, quien le comunicó a la familia sobre su desaparición.
Si bien no desapareció durante el golpe militar que inició en marzo de 1976, Orlando Martin es un desaparecido político y en la extensa y tétrica lista de la CONADEP aparece como el número 3149 y su legajo es el 5913. Junto a él aparecen Enrique Bianco y Carla Berta Perassi, dos compañeros de la escuela primaria Nicolás Avellaneda de Coronel Moldes, que también fueron secuestrados y desaparecidos por pensar diferente en esa época oscura que atravesó a la Argentina en la década del setenta.
A 37 años de su secuestro y desaparición, es el archivo del diario La Calle el encargado de registrar los acontecimientos en los que Pichi disfrutó junto al deporte.  Momentos que jamás se borrarán porque los ideales de Orlando Alonso Martín, como la de tantos otros pibes secuestrados y desaparecidos, perdurarán siempre junto a nosotros.

Notas:
1 y 3.- “Encuentro con el pasado” (Revista Contragolpe Nº 2 – Marzo 2011)
4.- Diario La Calle

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Cosa de mujeres


Cuando la inglesa Nettie Honeyball, allá por noviembre de 1895, presentó oficialmente al primer equipo de fútbol femenino de la historia dijo ante miles de espectadores que las mujeres “no eran ornamentos y que todo contribuía a reconocer que la emancipación era posible, tan posible como la esperanza de ver a las mujeres decidiendo en el Parlamento”. Era el inicio de un proceso que comenzó a gestarse en 1894.
Los documentos históricos coinciden en confirmar que fue ese año cuando la inglesa Nettie Honeyball publicó un aviso en los diarios buscando jugadoras para formar un equipo de fútbol. Al no encontrar interesadas decidió salir a las calles a buscarlas y sumó treinta adeptas. Un año después nació el British Ladies’ Football Club, el primer equipo de fútbol femenino que la historia ha reconocido. Aunque en ese tiempo muchos esperaban que el proyecto fuese un impulso efímero, la idea impulsada por Honeyball en la Inglaterra victoriana se constituyó como la semilla fundacional de una actividad que no para de crecer.
La Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino en Inglaterra. Durante el conflicto bélico la mujer se introdujo masivamente en la fuerza laboral debido a que muchos hombres salieron al campo de batalla. En ese contexto fueron las mujeres las que comenzaron a jugar en los equipos de fútbol de las fábricas que hasta ese entonces eran privilegio de los varones.
Luego de la Copa del Mundo Inglaterra 1966, al observar el interés de las aficionadas, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) decidió crear en 1969 el campeonato femenino. Este reconocimiento a las mujeres en la tierra en donde surgió el fútbol femenino iba a significar un cambio estructural de la disciplina a nivel mundial. Llegaba el momento de la expansión y la popularidad en diversos países.
Tuvieron que pasar tres décadas para que la FIFA lo institucionalice. Bajo la presidencia del brasileño Joao Havelange, se instauró, a partir de 1991, el primer Mundial femenino. El mismo se disputó en China y el campeón fue el equipo que estaba dando los primeros pasos de una auténtica potencia mundial: Estados Unidos.
Ese primer torneo representó la consolidación definitiva del fútbol femenino. Registros oficiales de la FIFA demuestran que en 1991 había en el mundo 4 millones de jugadoras federadas. En la actualidad suma alrededor de 40 millones.
Además de generar furor, la realización de la Copa del Mundo llevó a que la disciplina comience a tomar jerarquía en distintos países del mundo.  Con diez millones de jugadoras federadas  Estados Unidos se presenta como la asociación modelo del fútbol femenino y son los números los encargados de demostrar esta realidad. El conjunto norteamericano suma en sus vitrinas dos campeonatos del mundo y en cinco Juegos Olímpicos disputados (se instauraron en Atlanta 1996) suma cuatro medallas de oro y una de plata.
Si bien hacía varias décadas que las mujeres argentinas ya jugaban al fútbol, recién en la década del noventa, ante la demanda generalizada, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió crear el Campeonato de Fútbol Femenino.
Desde entonces Boca Juniors (con 20 títulos) y River Plate (con 10) han dominado el campeonato femenino. Los títulos demuestran que los dos grandes equipos del país han marcado una importante supremacía. Sólo San Lorenzo de Almagro y el Club Deportivo Universidad Abierta Interamericana Urquiza, con un título cada uno, han podido quebrar la polaridad.
La mayoría de los equipos de fútbol femenino se autofinancian. En varios clubes las chicas pagan para jugar y son ellas las que buscan el apoyo económico para poder desarrollar la actividad que las apasiona. En este contexto, la AFA no toma una decisión política de apostar fuertemente por el fútbol femenino. Su aporte ha sido escaso para que se profesionalice.
Esta situación influye fuertemente en el desempeño de las selecciones nacionales. "A nuestras selecciones les falta más roce internacional, de alta competencia. Es muy necesario, lo tienen que vivir y experimentar", declaró José Carlos Borrello, quien desde hace muchos años dirige a las selecciones femeninas nacionales, refiriéndose a la participación de la Selección Sub 20 que participó en el Mundial de Japón 2012.
La manifestación de Borrello se fundamenta analizando la participación de la selección mayor a nivel internacional. Recién en 2003 la Argentina participó por primera vez en un Mundial. Fue en Estados Unidos y sin sumar ninguna unidad ocupó la última posición. En el 2007 volvió a concurrir a la máxima cita que se realizó en China y nuevamente su actuación fue decepcionante. Terminó última en la competencia con dieciocho goles en contra y uno a favor. Para el campeonato de Alemania 2011 no logró la clasificación. En los Juegos Olímpicos sólo participó en Pekín 2008 y nuevamente su actuación volvió a demostrar el nivel del fútbol femenino nacional. Perdió los tres partidos de su grupo y volvió a ser la última de la competencia.
En la ciudad de Río Cuarto, las mujeres que integran el equipo de la Universidad Nacional de Río Cuarto lo practican motivadas por la profesionalización del mismo. Al igual que la mayoría de las mujeres que juegan al fútbol en la Argentina, a las chicas de la Universidad las moviliza el sentimiento de un deporte se constituye en una verdadera pasión. Pero el objetivo de la entrenadora Mariana Ferretti, con un importante paso por Boca Juniors y la Selección Argentina, es que sus jugadoras comprendan que pueden jugarlo con dedicación profesional.
Mancomunadas las chicas de la Universidad trabajan para sortear el principal escollo de la actividad: el factor económico. De manera autogestionada financian su recorrido futbolístico y los resultados comienzan a llegar.
El Club Deportivo Universidad Abierta Interamericana Urquiza, último campeón del Campeonato de Futbol Femenino y uno de los más importantes del país, acaba de sumar a las jugadoras Verónica Funes y Dianela Aguirre, quienes podrán desplegar su fútbol en el torneo más importante de la República Argentina.


Foto: Primero Noticias – Quatro TV

martes, 11 de septiembre de 2012

El sportsman riocuartense


Artículos periodísticos que comienzan a tonalizarse color sepia, fotos de todas las épocas e innumerables momentos y personas que por siempre quedarán perpetuas brotan del archivo que permite comprender la vida deportiva de uno los exponentes más significativos que dio Río Cuarto. Pero también la añoranza de una época en donde la práctica deportiva conjugaba una serie de valores que con el correr del tiempo se han desvanecido.
Es el álbum de los recuerdos de Oscar Alfonso el que demuestra su extensa y rica trayectoria deportiva. Confeccionado por él mismo, ese registro permite dejar vivo aquellos momentos inolvidables de uno de los mejores deportistas de la ciudad. Otros tiempos que permanecen vivos con la presencia y el recuerdo que esboza el propio protagonista.
Nacido el 14 de junio de 1928 en la ciudad de Río Cuarto y con más de 70 años vinculado al deporte, su carrera deportiva quedó registrada por siempre en la historia riocuartense por caracterizarse un deportista todo terreno. En simultáneo, y demostrando brillantes desempeños, practicó fútbol, basquetbol y bochas.
Comenzó su actividad deportiva en Sportivo y Biblioteca Atenas en la década del cuarenta. Pero tras un breve período en la institución de Avenida Marconi se trasladó hacia el Club Gorriones para jugar a las bochas - tuvo un previo paso por Deportivo Oeste - y al basquetbol. La institución de calle Alberdi se transformaría en su hogar y en ella Alfonso cosecharía importantes logros deportivos.
Fue en Asociación Atlética Estudiantes en donde empezó a practicar fútbol, luego de que un dirigente de Atenas le manifestara que no era bueno para desempeñarse como futbolista. En el “celeste” formó parte de los inolvidables cadetes que marcaron un antes y un después en la historia de la institución de Avenida España.
El año 1959 será recordado por siempre por el ambiente deportivo de la ciudad de Río Cuarto. En esa temporada Alfonso logró el hecho histórico de consagrarse campeón en cada una de las disciplinas que participaba. En fútbol fue campeón con Asociación Atlética Estudiantes mientras que en básquet y bochas se consagró  con Gorriones. “Era un locura”, dice sonriente Oscar para luego aclarar que jugaba al básquet los viernes y al fútbol los domingos, mientras que alternaba los días de la semana para competir a las bochas. Un deportista de calendario completo que llenó sus vitrinas de gloria.
Luego de debutar con la casaca de Estudiantes recaló en Talleres de Las Higueras, equipo al que llegó a formar parte por trabajar en el Área Material y en donde compartió equipo con el gran Anacleto Peano (también tuvo una fugaz participación en Independiente Rivadavia de Mendoza, equipo en el que jugó cuando fue hacer la colimba a la provincia cuyana). En 1954, con 25 años, se incorporó a Quilmes de la provincia de Buenos Aires en donde estuvo dos temporadas. Luego de su incursión en una de las instituciones señeras del fútbol argentino vistió las casacas de Deportivo Argentino de Monte Maíz y Libertad de Canals para luego regresar definitivamente a Asociación Atlética Estudiantes.
Oscar Alfonso empezó su recorrido junto al básquetbol en Sportivo Atenas, en donde estuvo un año. Después jugó en Gorriones donde permaneció hasta 1948, fue cedido a Central Argentino, club en el que permaneció hasta que tuvo que irse a Mendoza para cumplir con el servicio militar. De regreso en Río Cuarto retornó a la institución de calle Alberdi en donde se consolidó como uno de los eslabones claves de un equipo que marcó una época en el básquetbol riocuartense.
Con más de treinta títulos, las bochas aparecen como el deporte que elevó la figura de Oscar Alfonso en el imaginario deportivo de la ciudad de Río Cuarto y al igual que en las otras disciplinas, también comenzó su carrera en Sportivo Atenas. Luego de su comienzo en la entidad de Avenida Marconi pasó por Deportivo Oeste para recalar en Gorriones, club que se transformaría en su casa.  
Compitiendo en bochas obtuvo campeonatos por parejas y tríos y festejó en todos los ámbitos, tanto a nivel provincial, regional, argentino y sudamericano. Pero su principal recuerdo es haber conformado el trío junto a los inolvidables Gino Osvaldo Molayoli y Horacio Luis Mercau.
Tras una dilatada y significativa trayectoria deportiva, en 1999 la Fundación Deportiva Municipal de Río Cuarto reconoció a Oscar Alfonso como el deportista del siglo XX de la ciudad de Río Cuarto. “Es un reconocimiento que valoro porque Río Cuarto es una ciudad muy particular ya que es muy raro que le hagan un reconocimiento a sus referentes deportivos. El caso de Gino Molayoli lo dice todo. Recién después de su fallecimiento le pusieron su nombre al estadio del Club El Diario. ¿No hubiese sido mejor hacerle el homenaje en vida?. Esas son las cosas injustas que muchas veces suceden en Río Cuarto”.
“Que me hayan considerado el deportista del siglo es un orgullo pero a la vez una riqueza que no se ve y que no se puede usar”, comenta Alonso y explica que “si bien al deporte a uno de le dejó muchas cosas, muchas veces me pregunto por qué después de lograr tanto lo que uno tiene es por el trabajo y no por lo que me dejó la práctica deportiva”. Y agrega: “Hoy el deporte se ha pesificado mucho. A muchos deportistas de hoy le interesa saber cuánto van a ganar los domingos que llevar la insignia en el pecho representando a nuestra ciudad”.
Al igual que tantos otros deportistas memorables, a Oscar Alfonso lo atravesó una época en la que el deporte no cotizaba como ahora y no estaba influenciado por la profunda mercantilización. Esto llevó, a que muchas veces, la práctica deportiva se desvirtúe, pero a la vez permitió garantizar un buen pasar a los deportistas. Situación que no es idéntica a la que vivieron Oscar Alfonso y muchos de sus contemporáneos.

viernes, 31 de agosto de 2012

Correr es vivir


Cuenta Javier Picco que cuando le tomó le tomó el test de 1.000 metros a Griselda Celis se sorprendió al observar que lo hizo en 3 minutos con 50 segundos. En ese mismo momento se transformó en el preparador físico de la deportista riocuartense. “Cuando empezamos a entrenar ella me preguntó ‘cuánto me vas a cobrar’ ‘nada’ le dije. Es a la única persona a la que no le voy a cobrar en mi vida”, reconoce el profesional que quedó impactado ante las aptitudes físicas de Celis.
Con 53 años, la atleta nacida en Bengolea, pero radicada desde hace muchos años en Río Cuarto, se afianza como una de las referentes de su disciplina. Su gran momento atlético ha sido determinante para que la Confederación Atletas Veteranos de la República Argentina (CAVRA) la haya incorporado en la selecta lista que incluye a los cinco atletas master de mayor rendimiento en el período que comprende agosto de 2011 hasta agosto 2012.
“Dese hace unos años a esta parte, hablar de Griselda Celis es definir la conceptualización de un ejemplo de deportista ya sea por su seriedad, constancia, perseverancia y metas cumplidas en pos de objetivos pactados”, escribió Pablo Amiot Gaspio en un artículo publicado en la revista Contragolpe.  Es la definición perfecta para describir la historia deportiva de la fondista riocuartense que sigue forjando un significativo legado en el deporte de la ciudad.
Celis ha sido seleccionada por tener el record en 10 km. Ruta, logrado en el "Vl Campeonato Sudamericano de Ruta 2011" que se desarrolló en Comodoro Rivadavia durante noviembre de 2011, donde ganó dos medallas de oro; una en 8 km. de Cross y otra en 10 km. Ruta.
Entre el 28 y el 30 septiembre, en el  XXXIII Campeonato Nacional de Pista y Campo que se desarrollará en Mar del Plata, la CAVRA elegirá de estos cinco al mejor atleta master del país. Con el agregado que el ganador participará en la elección a nivel mundial que llevará a cabo la World Master Athletics (WMA).
En el umbral del atletismo master está inserta Griselda Celis. El ejemplo más concreto de cómo el deporte no dictamina sus privilegios siguiendo los parámetros de la edad. Con vocación y pasión, Griselda demuestra que las puertas de una disciplina deportiva permanecen abiertas por siempre. Pero también, con sus objetivos en aumento, manifiesta la nobleza que inspira el atletismo.
Celis tiene el biotipo de los atletas fondistas. Delgada y de mediana estatura demuestra una gran resistencia aérobica en cada una de sus competencias, en donde siempre es protagonista. Los resultados son los encargados de reflejarlo.
En noviembre se cumplirán apenas cinco años de su llegada el atletismo. Y al igual que en los últimos kilómetros de una prueba de fondo, esos que despliegan la exigencia al máximo, la carrera deportiva de Griselda Celis ha sido muy vertiginosa. Muchos sucesos han transcurrido desde aquel inicial momento en el que comenzó a trotar junto a su marido Walter Castellano y su amigo Sergio Leonarduci. Su primera carrera fue una Maratón de 4 kilómetros organizada por AFULIC. Ese día inició el prólogo de una historia que recién ha escrito sus primeras páginas.
Con destacadas actuaciones a nivel nacional, la atleta riocuartense también ha dejado su huella en competiciones internacionales. En noviembre de 2010 participó en el Campeonato Sudamericano Master de Pista y Campo que se llevó a cabo en Santiago de Chile. En tierras trasandinas obtuvo el primer lugar en 5 km. y 10 km. pista. Mientras que en calle fue segunda en la Maratón de 21 km. En esta última pudo haberse consagrado, pero un error de la organización hizo que corriera varios kilómetros de más.
Pero su gran sueño siempre fue competir en un Mundial Master. “Lo primero que me manifestó fue que quería competir en un mundial”, cuenta Picco. Y su deseo se transformó en realidad. Su actuación memorable en el Nacional de Mar del Plata en donde ganó tres competencias (1.500, 5.000 y 10.000) en tres días y su gran performance en el Sudamericano de Chile, elevaron las chances mundialistas de Griselda. La oportunidad le llegó en julio de 2011 y la cita fue en Sacramento, Estados Unidos.
En el país del norte la riocuartense fue la mejor atleta argentina clasificada. En 5.000 metros concluyó en el séptimo puesto con un tiempo de 20:13.35. Mientras que en 10.000 realizó un registro de 41:42.44 y obtuvo el sexto puesto. Números sobresalientes para una atleta que hace muy poco está en inserta en alto nivel del circuito master y que sigue creciendo profesionalmente a pesar de las limitaciones que encuentra diariamente en una ciudad que no está preparada para el atletismo de primer nivel. La ausencia de una pista de tartán en Río Cuarto es una de las dificultades que se les presenta a los atletas que compiten en pista.
La presencia de Griselda Celis en el atletismo no se resume solamente a lo estrictamente deportivo. También es una de las abanderadas para que atletismo comience a evolucionar en la ciudad y que principalmente los jóvenes empiecen a considerarlo como una verdadera alternativa deportiva. Pero también intenta a través del atletismo instaurar valores a la sociedad. Griselda forma parte del grupo de atletas que se han sumado para aportar su experiencia en la organización en Río Cuarto de la Carrera de Miguel, el evento atlético que reivindica la memoria de Miguel Benancio Sánchez, atleta desaparecido durante la última dictadura militar.
Demostrando que en el deporte no se sólo se trata de ganar, participó en las dos ediciones que homenajearon a Miguel. “Amo este deporte. Después de mi familia, está el atletismo. Siempre fui una mujer feliz y esto me ayuda a estar más feliz”, dice Griselda Celis. La mujer que junto al atletismo empezó a vivir mejor.

lunes, 27 de agosto de 2012

Fútbol anarquista – Parte II


“En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo”, escribió en la década del noventa Eduardo Galeano en su libro “Fútbol a sol y sombra”.
Luego de la profesionalización que llevó a cambiar la idiosincrasia del fútbol nacional se produjo un  cambio radical en la estructura del fútbol mundial. Se dio con el arribo, en la década del setenta, de Joao Havelange a la presidencia de la FIFA. Al mando de la entidad madre del fútbol la historia el brasileño comenzó a considerarlo como un redituable producto y lo introdujo en el mercado global.
En un gran trabajo sobre el negocio del fútbol mundial, el periodista ecuatoriano Fernando Carrión sostiene que “en la actualidad, es imposible entender el fútbol si no es en relación a la economía mundial y a  la microeconomía de cada unidad productiva (el  club). Hoy en día, la competencia deportiva no es otra cosa que una competencia mercantil, la cual, es organizada por la "mano invisible" de la multinacional monopólica de la FIFA, bajo un sistema regulatorio absolutamente centralizado1”.
Carrión, quien también es Coordinador de FLACSO en Ecuador, agrega que “la FIFA se comporta cada vez con mayor fuerza como una empresa multinacional que tiene una lógica de franquicia que opera regionalmente a partir de las seis confederaciones con las cuales regula el mercado nacional e internacional de competencias”. Fútbol capitalista en su máxima expresión que demuestra cómo ha dejado de ser simplemente un deporte y se ha transformado en un inmenso negocio que es aprovechado por unos pocos.
Ante el avance del mercado futbolístico los dueños del fútbol mundial intentan demostrar que no es un negocio y hacen prevalecer su esencia social. “El fútbol, como actividad, es la muestra más genuina de vocación humanista, excluyendo fronteras, construyendo solidaridad, mejor calidad de vida y tolerancia. Es de naturaleza integradora. Por ello debemos luchar siempre: por preservar la esencia de nuestro deporte, su espíritu, sus reglas, su independencia. Con ánimo renovador y enorme responsabilidad”2. Estas palabras no pertenecen a un referente de una organización social sin fines de lucro que busca con el fútbol un aspecto integrador. Las expresó Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y miembro  del Comité Ejecutivo de la FIFA desde 1998. Su implacable lealtad al presidente Joseph Blatter le posibilita seguir manteniéndose en ese estratégico lugar pese a las diversas denuncias de corrupción que tiene en su contra. Leoz habría cobrado dos supuestos sobornos de 130.000 dólares de parte de la desaparecida empresa multinacional ISL, pero sigue inalterablemente conduciendo el fútbol sudamericano desde hace 26 años.
Es ante este tipo de situaciones que se pronuncian en diversos actores de manera reiterada en el planeta fútbol cuando toma notabilidad la reflexión del anarquista Osvaldo Bayer quien desde hace dos década viene sosteniendo que “cambiar el fútbol es más difícil que hacer la revolución”.
A pesar del incremento del mercado de la pelota y la visión apocalíptica de Bayer ante la imposibilidad de modificar la estructura futbolística, existen varios ejemplos que reivindican la acción comprometida y solidaria del fútbol en contraposición al balompié mercantilizado de la actualidad.
El caso más emblemático en el ámbito profesional es el Sant Pauli de Alemania. El club del barrio portuario de Hamburgo es un icono que en la década del ochenta se transformó en el primer club del mundo que se hacía antifascista, antisexista y antirracista incluyendo cláusulas en sus estatutos para respetar estas condiciones ideológicas y políticas.
Es el equipo de la clase trabajadora de Hamburgo que representa al fútbol de izquierda y es una manifiesta oposición al establishment capitalista. Entre tantas particularidades, el Sant Pauli, que milita en segunda división, tiene 11 millones de seguidores en Alemania, estuvo conducido por un presidente abiertamente gay y es el club alemán con más socias que ningún otro club alemán3.
En las montañas de Chiapas, Méjico, mujeres y hombres disfrutan jugando al fútbol conformando la selección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Con su característico pasamontaña, los insurgentes zapatistas utilizan su uniforme negro con la estampa de la estrella roja y saludan al público llevando su mano izquierda hasta un extremo de la frente.
En marzo de 1999, en una gran movilización, los zapatistas realizaron la marcha del color de la tierra y la consulta nacional por los derechos indígenas. Y entre tanta actividad se concretó el primer partido de fútbol de la selección del EZLN quien enfrentó a un equipo conformado por ex futbolistas profesionales que eran entrenados por Javier Aguirre, ex seleccionador de la Selección de Méjico. Utilizando al fútbol demuestran su lucha.
En el 2004 el Subcomandante Marcos invitó al Inter de Milán a realizar un partido amistoso con la selección zapatista. Si bien el partido nunca llegó a realizarse a pesar del visto bueno del presidente de la entidad italiana, Massimo Moratti, y varios referentes del fútbol mundial como Jorge Valdano, el EZLN enhebró una gran relación con el quipo italiano, principalmente con su capitán Javier Zanetti.
El hecho quedó demostrado cuando en abril de 2004 un grupo de paramilitares atacó a las bases de apoyo zapatistas que provocó un dañó en el sistema de transporte de agua a indígenas en Zinacantán y fueron los jugadores del Inter los que donaron el dinero para reparar el acueducto. Tiempo después también aportaron una gran cantidad de dinero para reparar una ambulancia y ayudar a un hospital con su infraestructura y medicinas4.
En Jesús María, provincia de Córdoba, desde el 14 de diciembre de 2006 existe el Club Social, Atlético y Deportivo Ernesto Guevara, una entidad que no sólo tiene el objetivo de generar la práctica del fútbol sino que se concibe como un importante espacio de contención social donde muchos jóvenes encuentran un lugar donde aferrarse y soñar con un mundo mejor.
En el año 2010, el “Che” Guevara impulsó la Copa América alternativa en el que participan equipos de corrientes izquierdistas y anarquistas. Forman parte instituciones que hacen del futbol la puerta de entrada para realizar actividades sociales, políticas y culturales en sectores marginados.
Este año, a finales de enero, el torneo se agrandó al recibir equipos europeos que promueven la militancia político-social de la mano del fútbol. Argentinos, brasileños y chilenos compartieron un fin de semana a puro fútbol con ingleses, lituanos, alemanes y belgas participaron en una jornada en donde sobresalió el compromiso y la solidaridad.
“Todos los clubes partimos del principio de utilizar al fútbol como medio integrador, con un sentido territorial, cada uno según las características del lugar donde se desarrollan. Por ejemplo, los ingleses y alemanes son antirracistas, los lituanos antifascistas. Los sudamericanos trabajamos más con la integración de los chicos de sectores más pobres y postergados”, contó Mónica Nielsen, fundadora del  “Che” Guevara a la revista Veintitrés.
La copa llevó el título de “Hombre Nuevo” y las banderas con la insignia que rodeaban las canchas no dejaron lugar a dudas: Ernesto Guevara estuvo presente de todas formas y colores5.
Nielsen sostiene que la Copa América alternativa fue pensada para reivindicar la acción comprometida y solidaria en contraposición a la mercantilización del futbol profesional y expresó: “no estamos de acuerdo con ese modelo de desarrollo para los jóvenes, buscamos formar hombres nuevos, comprometidos con la realidad”6.

mgasseuy@altoquedeportes.com.ar

Notas:
1.- Fernando Carrión (Mete gol, gana. El fútbol y la economía)
2.-Revista Conmebol Nº 130 – Abril 2012.
3.- Diario Marca (Punk, anarquismo y condones para la Bundesliga).
4.- futbolrebelde.org (EZLN: fútbol con pasamontaña).
5 y 6.- Revista Veintitrés (Fútbol al ritmo de la revolución).

miércoles, 22 de agosto de 2012

Crónicas de acero


Seguimos con Santiago Segurola. Vale la pena seguir con el gran periodista español. Una de las principales plumas del periodismo deportivo de habla hispana. Esta vez de la mano del notable Ezequiel Fernández Moores.
Compartiré el artículo “Crónicas de acero” que escribió para el sitio www.canchallena.com. Una pieza maravillosa que describe, como solo Fernández Moores lo sabe hacer, otra gran obra literaria: “Héroes de nuestro tiempo”, la antología de crónicas narradas por Segurola a lo largo de sus 25 años de profesión.
En su nota Ezequiel Fernández Moores va describiendo pasajes de los escritos de Santiago Segurola en donde el verdadero protagonista es el periodista. Una exquisita invitación a leer la obra del español. Una obra imperdible.

Hace tiempo que el fútbol se mudó de los barrios a los despachos de negocios." Santiago Segurola, acaso el periodista deportivo de habla hispana de mayor prestigio, cree que el gran cambio comenzó en los 90, cuando Rupert Murdoch, el magnate hoy en decadencia, hizo pie en la Premier League inglesa. La TV globalizada se adueñó definitivamente de la pelota y el "hincha", dice Segurola, perdió ante el "consumidor". La Liga española se inició el último fin de semana con partidos que fueron de sábado a lunes, en funciones continuadas que concluyeron casi a la una de la madrugada del día siguiente. "Odio eterno al fútbol moderno", protestaron el lunes con un cartel hinchas de Deportivo La Coruña. Campeón de la Liga en 1999-2000, el Deportivo era "un grande indiscutible". Pero descendió y buscará sobrevivir ahora en primera con jugadores del superagente portugués Jorge Mendes. El representante de José Mourinho y de Cristiano Ronaldo espera ansioso el nuevo duelo entre su niño mimado y Lionel Messi, mañana en el Camp Nou, por la Supercopa de España. Real Madrid y Barcelona son los dueños de todo. La competencia, "el factor principal del deporte", fue eliminada de la Liga española por la desigual distribución de los dineros de la TV, por los favores de los agentes y por la codicia. "En muchas ocasiones -escribió Segurola en 1999- se tiene como visionarios a hombres que sólo tienen hambre de poder y olfato para el dinero." 
Nacido en 1957 en Barakaldo, en el País Vasco, y firma mítica del diario El País, Segurola acaba de publicar Héroes de nuestro tiempo, una selección de 180 crónicas y 487 páginas, documento notable de 25 años de buen periodismo que testimonia el crecimiento de la Liga de las Estrellas, pero también de la selección de Vicente del Bosque campeona mundial y bicampeona europea, y del boom del deporte español liderado por Severiano Ballesteros, Rafael Nadal, Fernando Alonso y Pau Gasol. "Hoy -dijo el colega Ramón Besa al presentar el libro en Barcelona- cada uno va a su puta bola, el ordenador ha quitado el diálogo entre los integrantes de una redacción. Yo digo a los becarios «déjate de Facebook, Twitter y lee libros». La mejor literatura está en los libros, porque en los medios hay intereses, en el libro tú sientes al protagonista." Ahora en Marca, para muchos casi un "house organ" del Real Madrid, Segurola no cambió su opinión sobre Florentino Pérez, el "intocable" y todopoderoso presidente del club merengue. "Un presidente como los demás", lo definió en 2003, en tiempos del "Planeta Beckham", en un recordado artículo en El País. El año pasado, ya en Marca, apuntó contra Florentino por no ponerle límites a Mourinho después de los incidentes que el DT portugués provocó tras caer ante Barcelona en la Supercopa 2011. Mourinho, llegó a decir Segurola a La Gazzetta dello Sport, es el "principal factor" de que el fútbol español se convirtiera en un "lodazal". Habló de "un clima insoportable" y dominado por "teorías conspirativas", "que quiere convertirnos a los periodistas en bufones. Se nos ponen camisetas, se nos adjudican trincheras y parece que cada día tenemos que actuar como el personaje que han creado para nosotros o que nosotros mismos nos hemos creado". "Es un periodismo decepcionante" -dijo en otra entrevista a Jod Down- que "concede premios prestigiosos a los difusores de la basura, busca el agravio y el daño, anima mediocres y violentas polémicas, alimenta los instintos más bajos y los personajes más ridículos y del que "nada se salva. Tampoco el fútbol". 
A Mourinho le faltará un motivo de riña ahora que se fue Pep Guardiola. Pero los duelos Real Madrid-Barcelona, los dos mejores equipos del mundo, atraen por su antagonismo. Real Madrid, dijo una vez Segurola, podría simbolizar a la vieja España de la Inquisición y Torquemada, de la beatería y el pecado carnal, que exaltó al fútbol furia y a los jugadores mitad monjes, mitad soldados. Y Barcelona, con su fútbol más vistoso, sería la España mediterránea que aceptó el placer y no teme que el destino lo castigue. "Xavi -escribe Segurola en uno de los artículos del libro- ha educado a los aficionados españoles, nos ha cambiado la mirada, nos ha trasladado de lo obvio a lo sutil, nos ha mostrado el incalculable valor de la paciencia, la astucia, el engaño. nos ha dicho cómo se gobierna un partido." Dice que Messi, "argentino hasta la médula", convirtió "un equipo extraordinario en un equipo monumental". Porque Leo ("el mejor", como me confesó en octubre pasado en un café a metros del Museo del Prado) "es Maradona todos los días y con más gol". Confeso hincha del Athletic Bilbao y admirador del Barça de Johan Cruyff y de Guardiola ("sabe latín cuando analiza a un futbolista"), Segurola se ganó la furia de fanáticos madridistas y de "mourinhistas". Ni siquiera le aprecian sus bellísimos artículos sobre "La Quinta del Buitre", una famosa generación de jugadores del Real Madrid de los 80, a la que también atribuye un rol clave para que el fútbol español cambiara la "furia" por el toque y, como dijo una vez César Menotti, dejara de ser "toro" y eligiera ser "torero". 
"No sectario", Segurola acepta que "se puede ganar de distintas formas", pero cree que un título no basta para ser el mejor. Ejemplifica con el último Chelsea. Y titula "El triunfo de la nada" a la Italia campeona de Alemania 2006. El libro de Segurola recoge crónicas, en caliente y sin Internet, de grandes partidos de los que el periodista fue testigo. En las crónicas, brillantes piezas literarias, lucen los protagonistas, no el periodista. "Olvidemos a los minuciosos por un día", escribe para rescatar la emoción y la belleza, y obviar errores defensivos, en un Portugal 3-Inglaterra 2. Y lo dice un minucioso que subió a un avión para ver el debut 0-0 de Guardiola como DT en un Barcelona B de tercera división e intuir lo que se venía. Como cuando vio caer a Nadal con 19 años en su debut en Wimbledon y escribió ese mismo día que Rafa terminaría ganando ese título, igual que Gasol en la NBA. O como cuando visitó piscinas, gimnasios y pistas, en simples prácticas o en Juegos Olímpicos, y nos cuenta con delicia el entrenamiento de la natación sincronizada, o se toma todo un artículo para describirnos las zapatillas especiales del velocista estadounidense Maurice Greene, sin mencionar la marca, y sí para hablar de atletismo. Usaín Bolt, escribe más adelante, "llegó del futuro". Segurola está lejos de ignorar la influencia de la industria y del doping -dentro y fuera de España- y también analiza como pocos el fenómeno político. Pero sus artículos son ante todo un canto de amor al deporte y "un pasaporte al periodismo", como dijo Besa en la presentación. 
Jefe de Cultura de El País algunos años ("Un mundo hermético, ligado a la industria, que genera un periodismo acrítico, de alfombra"), Segurola rechaza hablar del deporte como un hecho cultural. Lo define como un "masificado divertimento social" conectado "con la industria del espectáculo", pero relacionado también "con las emociones, con las pasiones, con la niñez". Estudió tres años ingeniería, hasta que eligió el periodismo, acaso un homenaje a su padre, un futbolista que debió poner fin prematuro a su carrera, cojo en la pierna izquierda por las balas del franquismo en la Guerra Civil, y que le enseñó amor "por el Athletic y por los periódicos". Admirador de Marcelo Bielsa, Segurola, único niño que recibía en Bilbao la revista Sports Illustrated, y que a los diez años iba al cine para ver los Juegos Olímpicos de México 68, escribió de su padre en el programa oficial del Barakaldo Club. Habló de viejas fotos en color sepia. Su padre con un pañuelo a modo de bandana ("Nos protegía del cordaje cuando cabeceábamos aquellos balones pesados"). "Ha pasado mucho tiempo -escribe Segurola- y él no está. Estas fotografías, las imágenes de lo que representan -los padres, la infancia, el pueblo, el fútbol, el asombro de cada día-, son el recordatorio gráfico de algo sobre lo que nunca he dudado: lo mejor de mi vida, aquello que me forjó, lo aprendí entonces." 


1)- Artículo publicado en www.canchallena.com