miércoles, 9 de febrero de 2011

El regreso del represor

En la ciudad de Perico, Jujuy, una información futbolística transformó a una novedad deportiva en un hecho repudiable. No solo por el nefasto protagonista de la historia sino que también por el tratamiento periodístico que realizaron los principales medios de la provincia norteña.
El miércoles  3 de febrero, a las 16:30 horas, en el estadio Plinio Zabala, Juan de la Cruz Kairuz fue presentado como nuevo director técnico de Talleres de Perico, equipo que milita en la Zona Siete del Torneo Argentino B.
Kairuz, es un ex policía que trabajaba como represor por las noches y de día entrenaba al Atlético Ledesma, equipo que llevaría, en 1977, al Campeonato Nacional de AFA. Este incondicional de la familia Blaquier, propietaria del ingenio azucarero que colaboró con la desaparición de treinta trabajadores durante la última dictadura en aquella zona del noroeste, fue denunciado por la familia Aredes de ejecutar el secuestro del doctor Luis Aredes, ex intendente del pueblo que osó cobrarle impuestos al ingenio en 1973 y terminó desaparecido el 13 de mayo de 1977.
El ex marcador lateral nacido en Tucumán y que jugó en primera división defendiendo los colores de Atlanta, Newell’s, Gimnasia de Jujuy y San Martín de Tucumán (NdR: vistiendo la casaca del conjunto tucumano jugó frente al mítico Santos de Brasil y marcó a Pelé. Años después declaró en El Gráfico que lo hizo perfectamente, al extremo de haberlo anulado) arriba por segunda vez a Talleres de Perico para dirigirlo técnicamente.
En su anterior incursión su equipo se fue al descenso. Ahora llega con el objetivo de llevarlo nuevamente al Torneo Argentino A.  “Seguramente que con este cambio en la conducción técnica, los hinchas y directivos tienen una iniciativa de esperanza y mejoramiento en lo futbolístico porque las necesidades son urgentes”, se pudo leer en las página de El Tribuno, el principal diario de la provincia de Jujuy, al informar la llegada del ex director técnico de Central Norte, Juventud Antoniana, San Martín de Tucumán, Tigre y Atlético Policial.
Al igual que El Tribuno, la mayoría de los medios jujeños trazaron relevancia en el arribo de Kairuz a Talleres pero muy pocos repudiaron al director técnico que durante la última dictadura impartió órdenes para jugar con el terror.
Su nombre figura en el legajo Nº 3376 de la CONADEP tras el relato que realizó Olga Aredes. El párrafo treinta del texto dice: “El 13 de junio de 1977, cuando se produce un mes de la desaparición de mi esposo, después de regresar de una misa para pedir por su aparición, tocan el timbre a las once de la noche, atiende mi hijo Ricardo, y cuando intenta avisarme, el domicilio es invadido por un gran número de soldados uniformados del Ejercito Argentino (alrededor de 30), al mando de un empleado de la Empresa Ledesma, Juan de la Cruz Kairuz, quien también desempeñaba la actividad de entrenador del equipo de fútbol de la Empresa Ledesma, Club Atlético Ledesma. Kairuz, iba vestido de civil e impartía órdenes a los uniformados de ese allanamiento y, nuevamente, sin ninguna orden judicial se llevaron de nuestro domicilio muchos documentos y libros. Se desata una gran campaña contra nuestra familia de amenazas, llamadas telefónicas anónimas a cualquier hora invitándonos violentamente a abandonar el pueblo, o de lo contrario nuestras vidas corrían peligro, (los comentarios textuales venían a ser del tipo: “váyanse de este pueblo hijos de puta o los vamos a liquidar”).
Su ingreso a las fuerzas de seguridad se dio porque el jefe de la policía de Jujuy era hincha de fútbol y le ofreció el puesto. Fue empleado de la policía jujeña durante ocho años, función que desarrolló de modo paralelo al fútbol donde continuó como director técnico de Atlético Ledesma. "Yo vivía dentro del ingenio”, declaró en una oportunidad. Frase que permite entender la cercanía de Kairuz con la poderosa e influyente familia Blaquier.
En septiembre de 2009 el fiscal Federal Nº 1 de Jujuy, Domingo Batule, pidió su detención. A pesar de la solicitud del magistrado todo quedó en la nada. En la actualidad la causa está estancada. Juan de la Cruz Kairuz sigue libre haciendo lo que más le gusta y ganando dinero por ello.
"Yo no puedo convivir con la idea de que este tipo está libre, que goza de total impunidad, después de haber entrado a mi casa y dar órdenes a viva voz a los soldados que subieron hasta los tanques de agua. El operativo duró como una hora y me marcó muchísimo. Kairuz gritaba instrucciones precisas para hacer todo en el menor tiempo posible y así llevarse un montón de cosas, como sucedió", declaró en Página 12, Ricardo Aredes, hijo del ex intendente desaparecido en Ledesma.
A pesar de la pasividad de la justicia y de la impunidad que permite a Juan de la Cruz Kairuz caminar con libertad y dirigir en un equipo de fútbol a nivel nacional, el represor ha vivido, en diferentes momentos, situaciones en donde su figura fue repudiada.
En 2004, Mónica Nizzardo, Aníbal Garisto y Javier Orradre, autores de Siglo Bohemio, el documental sobre la historia de Atlanta, decidieron eliminar el reportaje que le hicieron a Kairuz cuando se enteraron sobre su pasado tenebroso.
En 2006, Kairuz se vio imposibilitado de dirigir en Gimnasia y Tiro de Salta porque el abogado y periodista Daniel Tort, hincha y socio de la entidad salteña, lo denunció por colaborar con la última dictadura. Desde entonces comenzaron los desencuentros. El entrenador fue nombrado en su puesto pero renunció a los dos días después de que una nota en el periódico Nuevo Diario ventilara su pasado represor. Kairuz se sintió victima de calumnias e injurias y querelló a Tort al acusarlo de haber propiciado que el club no lo haya contratado.
En 2009, el entonces técnico de Talleres de Perico en el Argentino A, vivió una noche complicada en el estadio Omar Higinio Sperdutti del Deportivo Maipú de Mendoza. Hubo insultos, banderas y un grito futbolero: "El que no salta es represor".
Agrupaciones sociales, políticas y de derechos humanos se manifestaron en contra el director técnico represor. Tanto en el hotel en que se hospedó como en el viaje hasta la cancha y en el campo de juego mismo, el entrenador estuvo custodiado por la policía.
La agrupación Libres del Sur colocó una bandera que rezaba: "J. Kairuz, DT de Talleres, represor de la Dictadura". Primero estuvo colgada en la popular, pero luego la trasladaron hacia la platea techada, de frente al técnico, para que sus ojos no pudieran esquivarla.
Kairuz fue al partido disfrazado. Con el pelo teñido, con lentes y una gorra dirigió el partido desde la platea. Pero su estrategia no le permitió pasar desapercibido y el estadio entero lo repudió.

Fuentes consultadas:
Entrenador de día y represor de noche (Gustavo Veiga – Página 12).
A 33 años del golpe: ¡Otra vez Kairuz! (Federico Fernández Licenciado en Antropología).
Escrache futbolero a Juan de la Cruz Kairuz (Alejandro Wall – Crítica de la Argentina).

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